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Adoración Nocturna Española

 

Adorado sea el Santísimo Sacramento   

 Ave María Purísima  

 
 

Liturgia de las Horas

 

Santos y Beatos

Francisco Fernández de Capillas y co mrs, Mauro ab., Arnoldo Janssen pb, Tarsicia vg y mr.

 

 

  Mauro abad

 

VALENTÍN PALENCIA MARQUINA
(1871-1937)

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       Adorador en Burgos, primero activo y después honorario. Se dedicó al Patronato de San José para ayudar a los niños.
       + 15 el enero de 1937 cerca de Suances, Cantabria.

 

 

Oración colecta

       Dios Padre nuestro, que a los beatos mártires Valentín, presbítero, y compañeros mártires, con la ayuda de la Madre de Dios, los llevaste a la imitación de Cristo hasta el derramamiento de la sangre, concédenos, por su ejemplo e intercesión, confesar la fe con fortaleza, de palabra y de obra. Por nuestro Señor Jesucristo.

       ―Don Valentín Palencia era un sacerdote totalmente consagrado a los huérfanos y a los chicos pobres y marginados, a los que recogía y educaba en el Patronato de San José. Entre sus varias iniciativas culturales promovió la creación de una banda musical formada por sus jóvenes. En julio de 1936 llevó, como de costumbre, la banda a Suances, pequeño puerto de pescadores en la costa cantábrica, para pasar unos días de vacaciones, aunque también con conciertos muy apreciados por la población.
       Desgraciadamente en aquel verano, que se esperaba alegre,el enemigodelbiendioinicioa una época de sangre y de luto para la iglesia española. Fue prohibida la celebración de los sacramentos, fueron incendiadas las iglesias, saqueadas las casas religiosas, destruidos los ornamentos sacros, quemadas preciosas pinturas del arte español. En agosto algunos fieles aconsejaron a don Valentín quitarse la sotana para huir de los anarquistas, que estaban matando a todos los sacerdotes que encontraban.Pero elsacerdoteno abandonó lasotanayno disimuló su condición, siguiendo celebrando la misa a escondidas y llevando la comunión a las religiosas. Se llegó así a la noche del 15 de enero de 1937, cuando, traicionados por dos conocidos, don Valentín y los cuatro jóvenes fueron arrestados, matados y abandonados en un lugar solitario.
       La causa del martirio fue bien expresada por un testigo: «Lo mataron porque era sacerdote». Los jóvenes laicos fueron asesinados con él, por defender su fe y compartir la suerte de su padre, maestro y amigo. Conscientes del peligro inminente, los mártires, antes de la masacre, habían rezado mucho, para prepararse a la muerte con una actitud mansa y de perdón. Ningún acto de rebelión. Don Valentín logró incluso guardar en el bolsillo una hostia consagrada, como viático para el encuentro con el Señor.
       3. En la carta apostólica de beatificación el Papa Francisco llama a los cinco mártires «testigos heroicos del Evangelio». Como la patria necesita hazañas gloriosas para defender la libertad, la independencia y la paz social de sus ciudadanos, así la Iglesia tiene necesidad de hijos valientes y audaces para mantener en la familia humana la acogida, el respeto y la caridad fraterna.
       Este es el mensaje de la celebración de hoy. La glorificación de los mártires es una buena noticia para todos. Ellos han sembrado amor, no odio. Han practicado la caridad con todos, sobre todo con los necesitados. Han transmitido el calor de la presencia de Dios incluso en el corazón de aquellos que les mataban‖.

Cardenal Angelo Amato en la homilía de beatificación